Sobre gorriones

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El duelo de la luz, cortejos, epinicios, carruajes nocturnos en la noche oscura. Frases sin verbos. El verbo aparece y da sentido a la acción.

El planeta-que-los-seres-humanos-llaman-tierra se lamenta y desde los restos de Isla Polar me pregunto si debo volver a ella. La acción de pensar en ello me devuelve a la realidad: el tiempo debería pasar más lento. Los dedos del dios juegan de nuevo dentro de mi estómago. Mis pies permanecen en la tierra y mi anima y psique en Isla Polar. Mi oximoron particular.

Camino descalzo sobre el frio suelo de Isla Polar mientras doy una vuelta a la Isla. El faro, erguido, la chimenea preparada y las primeras flores del limonero permancen desafiando al tiempo sin urgencias.

La Isla ha recuperado suficiente hielo y la ballena inuit ya nl carga sobre ella sino que descansa en el mar recuperado en Isla

Más allá del cinturón trans neptuniano mi Isla sigue su rumbo, pero la vida que se marchó aun no ha vuelto a recuperarse.

A lo lejos oigo el piar de gorriones.