Sobre cámaras oscuras 

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Existir. El aire cálido de agosto se cuela por debajo de las persianas. La habitación se encuentra a oscuras. Los rayos de sol rebotan entre las paredes e iluminan toda la sala. Me levanto. Bajo todas las persianas y dejo la habitación completamente sumida en la oscuridad. Sólo entra un único rayo de luz en el centro de la persiana. Ese rayo que me engaña y no ilumina el habitáculo como yo pienso que debería hacerlo. Este rayo que convierte la estancia en una caja oscura y proyecta en la pared la realidad externa. La magia de la luz. La magia de la cámara oscura. 
En La casa que construyamos en Isla Polar también colocaremos un cuarto oscuro para observar las estrellas en su interior y poder medir el tiempo al ritmo del movimiento de las estrellas y del marchar de nuestro viaje. 

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